sábado, 25 de septiembre de 2010

Necesito gritar acompañada

Tengo la sensación de que ser quién soy y cómo soy, no se me permite estar mal, necesitar hablar o tener problemas. Yo, que me dedico a escuchar a los demás, a guiarles y a darles ánimos, cuando yo estoy mal y trato de hablar con alguien, se me veta, siento que no me escucha, o que no tiene las estrategias necesarias para hacerse cargo de mis palabras, por lo que me siento coaccionada al silencio, y callo...

Necesito a alguien a mi lado que me escuche, que no se asuste con mis miedos, con mis tristezas, con mis debilidades, que escuche mis errores y mis culpas. Quizá no existe, o quizá busco donde no hay. Porque no todo el mundo paga con la misma monea, y mucha gente ni paga...

No hay comentarios: